Andrés Dulude: "Yo me voy a ir y la música va a quedar, de eso se trata"

"Miradas", conducido por Fátima Saldonid, recibió a Andrés Dulude, voz de Frágil, quien contó cómo su niñez inquieta, su trabajo como técnico de sonido y su pasión por la interpretación marcaron su camino musical. Foto: captura.
Durante su participación en Miradas, conducido por Fátima Saldonid, Andrés Dulude dejó al descubierto la esencia que ha marcado cada etapa de su vida: una curiosidad innata que nunca apagó.
Desde niño, desarmaba carritos, radios e incluso televisores para entender cómo funcionaban y luego los volvía a armar.
[Lee también: Sinba: cada peruano genera más de 1 kg de basura al día, pero solo se recupera el 1.8 %]
UNA HABILIDAD INNATA Y UNA MIRADA ARTÍSTICA DESDE LA INFANCIA
Según Dulude, sus talentos no fueron aprendidos, sino que nacieron con él. “Uno viene con una habilidad a este mundo y la vas descubriendo conforme pasa tu vida”, reflexionó. Aunque su familia no conocía el alcance de sus habilidades, él buscaba formas seguras de explorar: leía, investigaba y usaba guantes de cocina para protegerse.
En la entrevista, Fátima le mostró una caja de maquillaje, lo que lo llevó a recordar sus inicios en el escenario. En los primeros años con Frágil, cuando cantaba en inglés, usaba el maquillaje como recurso expresivo.
“Entendí que el público podía no entender lo que yo decía, porque estaba en inglés... entonces procuraba maquillarme para con mi rostro reflejar un poco lo que había escrito”, explicó.
PRIMEROS ACORDES Y VOCES EN LOS BARRIOS ALTOS
La música llegó de la mano de su abuelo, Andrés Dulude Herrera, quien vivía en los Barrios Altos. Aunque nunca le entregó el misterioso violín envuelto en papel periódico, sí le enseñó a cantar. Junto a su hermano, Andrés cantaba valses como Ódiame e Imagen de mi alma durante reuniones familiares.
Su primer disco fue uno de Raphael, un artista que lo impactó profundamente con su capacidad interpretativa. Años más tarde, como técnico de sonido, tuvo la oportunidad de trabajar con él y compartir un desayuno en el hotel Crillón. También disfrutaba de los Beach Boys y los Beatles, referentes que marcaron su sensibilidad artística.
DEL BARRIO A FRÁGIL: UNA INVITACIÓN QUE CAMBIÓ SU VIDA
Una visita inesperada fue clave para el inicio de su carrera con Frágil. Un joven al que conocía como Bolo llegó a su casa para invitarlo a cantar en su banda. Aunque en ese momento no se consideraba un cantante profesional, aceptó. En un ensayo, miembros de Frágil escucharon su voz.
Tras un casting, Dulude se convirtió en el vocalista principal del grupo. “Nunca actué con la otra banda. Empecé a ensayar con Frágil, tocábamos Yes, Steely Dan, Zeppelin… y luego vino Génesis”, recordó. La influencia del rock sinfónico definió el estilo de la banda, a la que Dulude sumó una fuerte carga visual inspirada en Peter Gabriel.
DEL INGLÉS AL CASTELLANO: NACIMIENTO DE UN CLÁSICO
En un momento decisivo, Frágil optó por componer en español. “Creamos una canción que se llamó Floral, la presentamos (...) y fue un gol”, comentó. Así comenzó una nueva etapa creativa, con canciones propias que no abandonaban la teatralidad del rock sinfónico.
Uno de esos temas fue Avenida Larco, una obra que marcaría la historia del grupo. “Con Avenida Larco pasó a la inmortalidad. Ellos también”, afirmó Dulude. Su compañero Tavo Castillo lo confirmó en un video testimonial: “Esa canción para Andrés es un paso a la inmortalidad. Es un clásico atemporal”.
UNA HISTORIA LLENA DE ANÉCDOTAS
El nombre Frágil surgió por error, cuando un presentador confundió el nombre original del grupo, Fósil, durante un show. Lejos de molestarse, decidieron adoptarlo. Con el tiempo, el público asoció el nombre con el disco Fragile de Yes, aunque según Dulude fue pura coincidencia.
El artista también recordó su trabajo como técnico de sonido en la Feria del Hogar, donde atendió a figuras como Raphael, Celia Cruz, Rubén Blades y Héctor Lavoe. “No compartí escenario como músico, pero estuve ahí, trabajando para ellos, entendiendo sus necesidades desde mi mirada artística”, dijo.
UN TÉCNICO CON VOZ Y DESTINO
Antes de consolidarse como cantante, Dulude tuvo un accidentado paso por Trampolín a la Fama. Su presentación fue frustrante debido a problemas técnicos: “Volví a desafinar, me volvieron a tocar la trompeta y me botaron”, contó entre risas.
El giro definitivo vino en una fiesta barrial, cuando salvó el show de una banda reparando un amplificador con una platina de cigarrillos. Desde entonces, fue su técnico y luego su cantante. Su talento lo llevó a trabajar con Rulli Rendo en el extranjero. “Nos fuimos por seis meses y nos quedamos tres años”, relató. En esas giras, asumía dos funciones: sonidista y vocalista. “Eso me produjo la deshidratación. Tuve que viajar con suero”, confesó.
LA INFANCIA COMO FARO
Al cierre de la entrevista, Dulude reafirmó su vínculo con el niño curioso que fue. “Si tú no te mantienes así, olvidas”, dijo. También hizo un llamado a tratar con respeto y cuidado a los jóvenes, que apenas comienzan a descubrir el mundo.
Sobre su presente, fue honesto: “Yo creo que (la felicidad) no ha llegado. Todavía no ha llegado en su totalidad. Todavía sigo remando. Yo me he casado hace tres años. Adoro a mi esposa. Es un largo camino”. Su inspiración sigue brotando de la vida cotidiana, como Floral, inspirada en un antiguo burdel de Yerbateros.
Hoy, Andrés Dulude continúa componiendo, explorando sonidos y fiel a su esencia perfeccionista. Frágil fue su plataforma, pero su legado va más allá del grupo. La entrevista completa está disponible en nuestro canal de YouTube.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: