Catalina y Paco tienen una fuerte discusión, por lo que la cómica se va de la casa y su esposo no la encuentra en ninguna parte. En Pativilca, Bolívar y Manuela Sáenz se han establecido en una hacienda alejada de los problemas de Lima. Es aquí donde llega Catalina, que trabajará como criada.

En La Magdalena, la ambición de Francisco Robles pudo más que él, y Vicente, su antiguo capataz, lo hizo caer en una trampa para que perdiera sus tierras. Pero el hacendado sabe que lo han estafado, aunque ya es muy tarde, porque llega una orden de embargo que toma por sorpresa a Josefa y es llevado a prisión.

Ante esta situación, Rosa María y Miguel se convierten en sus salvadores y deciden comprar las tierras de los Robles. Lorenzo, quien ya sabe que su hermana está en casa, vuelve a La Magdalena y se diculpa con ella. Además, el mayor de los Robles le dice a su esposa que está pensando en dejar la vida militar y quedarse con su familia.

Paco viaja a Pativilca con Sánchez Carrión para hablar con Bolívar. Lo que él no sabe es que su esposa trabaja allí y se logran encontrar con la ayuda de Manuela Sáenz. Luego de una larga conversación, ambos se reconcilian y deciden seguir adelante con su matrimonio, con o sin hijos.

En el Callao, los Realistas han vuelto a establecerse en la fortaleza del Real Felipe. En este lugar se encuentra refugiado Torre Tagle. Constanza también logró esconderse y al cruzarse con Lorenzo, le confiesa que Adolfo era un impostor. El comandante le dice que se vaya y nunca más hable con él. A los pocos meses, Torre Tagle muere. Constanza lo hace también y su cadáver es arrojado al mar.

Finalmente, llega una noticia al Perú que no será del agrado de nadie: Bernardo de Monteagudo regresa para ayudar a Bolívar.

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