El libertador, don José de San Martín, proclamó la independencia para la alegría de muchos pobladores a favor de la llegada de la patria. Además, vimos el inicio de un nuevo romance entre Antonia y Charles. 

Por otro lado, Blas, el antiguo esclavo de los Robles, continuó con su venganza e hizo que María Mazombé denunciará ante los patriotas a Francisco Robles por esconder a antipatriotas y hablar injurias sobre San Martín. 

Esta noticia no fue bien recibida por el hacendado y se enfrentó a Blas quien tomó a Francisco Robles y ordenó a que fuera castigado a latigazos. Pero Paco llegó y pidió tomar el lugar de su padre. Confundido por dicha decisión, Blas la aceptó y llevó a cabo su orden. Sin embargo, tuvieron que detener el acto, pues los realistas tomaron por sorpresa el pueblo de La Magdalena. 

A pesar de no estar del todo estable, la patria se sigue manteniendo en el pueblo de La Magdalena y San Martín, con los consejos de Bernardo de Monteagudo, trata de calmar a los ciudadanos que temen se pierda la tan esperada patria.

Catalina, cansada de los hostigamientos de Monteagudo, entona el Himno Nacional de manera desafinada para no complacerlo y decide abandonar la competencia para interpretar esta pieza. Rosa Campuzano le dice que es lo más sensato y que la persona elegida es la soprano Rosa Merino. Es aquí donde se escucha por primera vez en el Teatro Segura este importante símbolo de la patria.

Por otro lado, tras enterarse que confiscaron su pulpería, don Germán busca vengarse e intenta asesinar a San Martín, pero no lo logra y ante la tensión, el comerciante sufre un infarto y muere.

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