Esta madrugada, la Municipalidad de Lima, a través de la Gerencia de Fiscalización y  el apoyo de efectivos de la Policía Nacional del Perú, desalojó a trabajadores informales asentados de manera irregular en los kilómetros 4 y 5 de la autopista Ramiro Prialé, en San Juan de Lurigancho. Los informales habían  levantando módulos destinados al lavado de carros, sin contar "aparentemente" con la debida autorización municipal.

Luis Figueroa, vocero de la Municipalidad de Lima, informó que los dueños de estos negocios fueron notificados previamente para que se retiren del lugar, pero no hicieron caso, por lo que se procedió al desalojo y destrucción de estos locales. Precisó que durante el operativo se detectaron conexiones clandestinas de agua y luz, además los informales ocupaban un carril de la Ramiro Priale, que es un área de dominio público, que es parte de la vía metropolitana.  

[Lee también : :SJL: escolar de 14 años fue acuchillado por la espalda tras resistirse al robo de su celular]

A su turno, los lavadores de carros manifestaron su malestar porque sostienen que estos negocios son parte del sustento familiar y ahora se quedan sin nada, indicando que  entre los afectados hay extranjeros y madres solteras.
Aseguran contar con un permiso provisional otorgada por las autoridades de San Juan de Lurigancho. En esa línea mostraron boletas de pago.

SAN JUAN LURIGANCHO: "AUTORIZO FUNCIONAMIENTO DE LAVADEROS"  

Contaron que tienen 30 años trabajando en la zona e incluso han pagado un autoevalúo en forma anual a la Municipalidad de San Juan de Lurigancho hasta hace dos años, pero luego empezaron a  abonar 3 soles diariamente. Agregaron que también tributan a la Sunat.

Señalan que la zona, antes de su llegada era un botadero de desmonte y basura e indican que tenían un compromiso alcanzado con el Municipio de Lima que les permitía trabajar en el lugar y retirarse previa notificación. 

Piden que las autoridades investiguen que se hacía con este dinero que se pagaba en la Municipalidad de San Juan de Lurigancho por el derecho de trabajar en  el lugar.

Durante el operativo, no solo se demolieron los módulos para el lavado de vehículos, también se destruyó una capilla que funcionaba en el lugar, lo que provocó malestar entre los vecinos del Asentamiento Humano de la zona.