Gotículas de saliva de infectados pueden esparcirse en playas aglomeradas
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Tras lo ocurrido en la playa Agua Dulce en Chorrillos, el director ejecutivo de Vigilancia en Salud Pública del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Minsa, César Munayco, explicó a la agencia Andina que, si en un espacio abierto con mucha gente se respetaran las medidas sanitarias no habría problema, pero esto no se viene cumpliendo.
"El problema ocurre cuando la gente va a la playa en mancha, en grupos y están muy juntos. Y son personas que no se ven a diario ni viven en el mismo hogar, sino que acuerdan reunirse allí”, declaró Munayco. En esa misma línea, comentó que un espacio libre es más seguro que uno cerrado, pero a las playas llegan familias que invitan a amigos y vecinos, almuerzan, beben licor en grupo y dejan de lado la mascarilla y la distancia social. Por lo que el riesgo de infectarse de COVID-19 por la variante ómicron es mayor.
Asimismo, Munayco mencionó que si bien las playas son espacios abiertos donde circula el aire, las gotas de saliva que eliminamos al hablar o gritar, y que son invisibles, pueden caer en el rostro de quienes están cerca.
Finalmente, el epidemiólogo consideró que la variante ómicron desplazará a la variante delta debido a la velocidad de contagio y, por ello, el punto crucial para evitar una tercera ola es la responsabilidad de cada persona en espacios cerrados o abiertos.