Día Mundial de la Animación: una oportunidad para imaginar a través de largometrajes
Cada 28 de octubre se celebra el Día Mundial de la Animación para conmemorar la primera proyección en público del antecedente a la cinematografía de animación: el Teatro Óptico.
Este acto tuvo lugar en el Museo Grevin de París en 1892 a manos de Émile Reynaud y su praxinoscopio. Después, creadores por excelencia nos han dejado un largo historial de largometrajes que todo niño tiene que ver.
¿Quién fue Charles-Émile Reynaud?
Charles-Émile Reynaud (Montreuil, (1844 – 1918) fue un inventor y pionero del cine de animación francés que perfeccionó el zoótropo e inventó el praxinoscopio en 1877. Patentó una mejora considerable de su invento en 1888 al que bautizó con el nombre de Théâtre Optique (Teatro óptico).
Fue el primero, además, en perforar la película, como medio de arrastre mecánico. Sus proyecciones estaban sincronizadas con música compuesta por él mismo y efectos sonoros. Sus películas presentan breves escenas humorísticas con un tono naif y poético. Reynaud, fue el primero en conseguir pasar del movimiento cíclico de figuras dibujadas a un discurso visual dotado de argumento.
Este gran invento permitió que los largometrajes de animación para niños suelen ser una vía para que conozcan otras culturas, vivencias o situaciones, pero siempre desde un punto vista divertido.
Y, en cierta manera, muchas de estas historias ayudan a la hora de educarlos ya que siempre se pueden extrapolar valores, ideas, pensamientos.