Luego del nacimiento de su hijo, Bruce Lee se entera de que su padre ha fallecido, por lo que viaja a Hong Kong para asistir al velorio. Esta travesía le permite entender que su papá fue uno de sus principales motivaciones para ingresar en las artes marciales. Además, aprovecha para reunirse con su antiguo maestro, quien le agradece por difundir las artes marciales en Estados Unidos.

Al regreso en Estados Unidos, Bruce reanuda su pelea con Wong Jack Ma. El encuentro es intenso, pero el "pequeño dragón" sale victorioso. Sin embargo, su rival no puede soportar la derrota y lo ataca por la espalda con un pedazo de madera.

Bruce queda gravemente herido. Linda, por su parte, se entera que su esposo no podrá caminar y deberá utilizar una silla de ruedas. Ella no puede decirle a Lee lo que le sucede, así que furioso, él le pide que se vaya de la habitación del hospital. Pero ella no lo hace y le dice a Bruce que él es más fuerte y superarán esta situación juntos.

Días después, los miembros de la Asociación de Artes Marciales visitan a Bruce y se disculpan con él. Además, lo aceptan como maestro, pues ha demostrado ser más hábil de lo que creían.

En su hogar, Bruce lucha por recuperarse, ya que su meta es volver al dojo a enseñar a sus estudiantes.