La festividad de la Virgen de la Candelaria se celebra en el mes de febrero de cada año en la ciudad de Puno. Además, esta fecha comprende actos de carácter religioso, festivo y cultural que tienen sus raíces en tradiciones católicas y elementos simbólicos de la cosmovisión andina.

Debido a la gran confluencia de asistentes de diversas partes del mundo, esta festividad fue declarada desde el 24 de noviembre de 2014 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Desarrollo de este festejo

Las fiestas dan comienzo con la celebración de una misa al alba, a la que sigue una ceremonia de purificación ancestral. Al día siguiente por la mañana, tras un acto litúrgico, se transporta una imagen de la Virgen de la Candelaria para hacerla recorrer en procesión las calles de la ciudad con el acompañamiento de danzas y músicas tradicionales por sus seguidores.

Luego, las fiestas prosiguen con la celebración de dos certámenes (Danzas en Trajes Autóctonos y el Concurso de Danzas de Trajes de Luces) en los que compiten unos 170 grupos de toda la región, que totalizan cerca de 40 mil bailarines y músicos aproximadamente.

Los participantes principales en esos certámenes son los habitantes de etnia quechua y aimara de las zonas rurales y urbanas de la región de Puno. Además, muchas personas que emigraron de la región vuelven a esta con motivo de las fiestas de la Candelaria, lo cual contribuye a reforzar en ellas un sentimiento de continuidad y legado cultural.

Es importante destacar que, la transmisión a las generaciones más jóvenes de todos esos conocimientos se efectúa mediante la organización de ensayos musicales y coreográficos. También mediante la creación de talleres para la fabricación de máscaras.  

Para culminar las fiestas, se lleva a cabo una ceremonia en honor de la Virgen, un concierto y misas de despedida.