El antropólogo y decano de la facultad de Comunicación de la Universidad Científica del Sur, Raúl Castro, dijo que los peruanos vivimos “un momento muy complicado, muy difícil” y que un aspecto importante por conversar “es ver el carácter del vídeo emitido y autoelaborado por los ejecutores de violencia contra el exfiscal Avelino Guillén”.

“Es un vídeo grabado por el propio ejecutor de la violencia, registrando su acto, sabiendo consciente que existe una comunidad en la red que seguramente lo va a seguir y va a tener una apreciación sobre eso. Él no está solo, hay también otras personas que dan esos gritos y acusaciones que, todos sabemos un poco el guion, vienen repitiendo desde hace tiempo”, señaló.

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También comentó que se trata de una estructura donde está claro que hay unos villanos que hay que exterminar. “En ese sentido, existe una asociación en el clima nacional con respecto a la necesidad altamente emotiva de los peruanos de exterminar el cuerpo del genocida Abimael Guzmán y de las actitudes violentas y de las actitudes intolerantes”, añadió.

Castro precisó que lo de estas personas desaforadas ya viene de un tiempo atrás, que se trata de un comportamiento que se reconoce en algunos grupos de extrema derecha en el Perú. “Algunos dicen que son ultraderecha por el uso de la violencia”, complementó.

“Lo que cabría preguntar es qué mecanismos podemos tener dentro de las sociedades, dentro del ejercicio de medios, dentro de las instituciones, para bajar la tensión y, al mismo tiempo, limitar o en el mejor de los casos desterrar este tipo de comportamiento. Y, sobre todo, sancionar. Porque una de las graves falencias que tenemos es que la gente no cree en el sistema de justicia”, apuntó.

Asimismo, advirtió que la impunidad es un motivador de comportamientos. Y que está en línea con el surgimiento de derechas radicales en todo el mundo.

“Digamos: Argentina es un ejemplo ahora con este fenómeno que acaba de surgir con este outsider [Javier Milei, ultraderechista], pero también en terrenos como el de Vox en España [partido político de extrema derecha], el juego con los límites del sistema es muy difuso. Los límites se hacen difusos. Se puede dar el paso o no se puede”, sentenció.