Con la llegada del coronavirus los pacientes con diabetes y obesidad forman parte de los grupos de personas con mayor riesgo de tener complicaciones por contagio.

Esta enfermedad se asocia a mayores complicaciones como insuficiencia respiratoria y aumentan la mortalidad en pacientes hospitalizados con COVID-19, debido a que estos también pueden tener otras enfermedades cardiovasculares o renales. Según la Asociación Americana de Diabetes, del 22% al 26% de pacientes hospitalizados por enfermedad grave son diabéticos. 

Ante esto, se indica que si no es posible llevar el control de la glucosa una o dos veces por semana, se debe estar atento a síntomas como deshidratación, boca seca, sensación excesiva de sed y orina con mayor frecuencia, los cuales indican incremento en los niveles de glucosa. 

En cuanto a la alimentación las personas con diabetes y obesidad deben consumir alimentos ricos en proteínas como pollo, pescado, huevos, menestras y verduras, evitando el consumo de harina, pan, fideos y arroz.  

Además, deben realizar diariamente actividad física moderada de 30 minutos y evitar noticias alarmantes o graves que puedan generar la elevación en los niveles de glucosa. 

Respecto a los pacientes con obesidad, el galeno señala que el 80% de ellos presentan resistencia a la insulina, factor que disminuye su sistema inmune y los vuelve propensos a contagiarse rápidamente de un virus. 

En ambos casos se recomienda mantener un aislamiento total, incluso dentro del entorno familiar se debe evitar el contacto cercano con la persona que sale de casa porque fácilmente se puede contagiar y complicar.

Cabe mencionar que debemos mantenerse una adecuada higiene de manos, cubrirse al toser o estornudar y no automedicarse.