El llegar a jubilarse no significa quedarse con los brazos cruzados y perder el tiempo sin hacer nada productivo. Frente a esto hay una nueva ocupación que gana cada vez más adeptos dentro las personas mayores de todo el mundo, el voluntariado.

La incorporación como voluntarios de las personas de la tercera edad conlleva importantes ventajas que presentaremos a continuación:

Se aprende más

• Ayuda a desarrollar un intercambio generacional, permitiendo que los voluntarios más jóvenes pueden compartir experiencias con voluntarios con mucha experiencia y aprender de ellos.

Mayor actividad

• Ser voluntario implica comprometerse a realizar una serie de actividades con una duración determinada, lo que permitirá mantener activa a la persona.

Mejora tu estado físico

• Estar en actividad permitirá no perder capacidades físicas, como andar o subir escaleras.

                                                        (Consejos saludables para una buena alimentación)

Menos posibilidades en contraer enfermedades

• Mantenerse activo también reduce las posibilidades de padecer patologías metabólicas como la diabetes o la hipertensión. Además, mejora la salud mental y el estado anímico.   

Permite estar en comunicación 

• Ser voluntario conlleva conocer a otras personas, tanto de la entidad en la que se colabora, como a aquellos a los que se ayuda. Así mismo, establecer contacto con individuos muy diferentes. Para una persona mayor esto resulta muy positivo, porque evita el aislamiento social.

Abre la mente

• Las funciones que se realizan durante el voluntariado suelen ser muy diferentes a las que la persona llevaba a cabo en su trabajo. Son acciones solidarias, de ayuda, de apoyo, dirigidas a personas de diferente entorno social y edad, personas con discapacidad, en situación de pobreza, etcétera.

No dejes de ver de lunes a viernes a las 10 a.m. A lo Grande por TV Perú.