Diversos parlamentarios opinaron sobre la polémica denuncia conta su colega el legislador Joaquín Ramírez, quien serían investigado por la DEA desde el 2013. La mayoría coincidió que se trata de un grave hecho que debe profundizarse a través de una investigación.

El congresista Héctor Becerril dijo que hay una guerra sucia para perjudicar la candidatura presidencial de Keiko Fujimori y pidió un alto a las infamias pero tildó a la DEA como un "organismo chicha". Asimismo consideró que la noticia debe ser propaladda con objetividad y en ese sentido recalcó que nadie tiene el audio.

En tanto, el nacionalista Hugo Carrilo aseguró que días atrás se rumoreaba sobre un vocero político que era investigado por la DEA. Opinó que el tema merece una amplísima investigación y recordó que ha quedado pendiente las investigación de los casi 7 mil milllones de dólares que se perdieron durante el gobierno de Alberto Fujimori.

Por su parte, la pepecista María Soledad Pérez Tello señaló que aludir a "una guerra sucia" y  atacar al mensajero no es la respuesta que espera el pueblo peruano. Acotó que si la corrupción está cerca se tiene que deslindar "claro y fuerte" y que la forma de deslindar es permitiendo que se investige. Sin embargo agregó que es importante que no se distorsione lo que debe ser una investigación seria.

Finalmente, Yehude Simon precisó que si no se clarifica este asunto sería gravísimo para la democracia, para los que votaron por Fujimori, para la mismísima candidata y para el Perú en general.