Gobierno: Procuradora Julia Príncipe no ha sido sincera con el país
El Gobierno señaló hoy que la procuradora Julia Príncipe ha denunciado que el ministro Gustavo Adrianzén le ha “amordazado”. En representación del Ejecutivo, Pedro Cateriano rechazó ese acusado proceder y agregó –contrario a lo dicho por la abogada del Estado- que esta sí solicitaba permisos a anteriores ministros de Justicia para poder pronunciarse públicamente.
“No ha habido ninguna amenaza. Como ha probado el ministro Adrianzén, la procuradora que lo ha acusado de haberla amordazado no ha sido sincera con el país. Si consideraba que ese mecanismo –que no ha establecido este Gobierno- era anticonstitucional, ¿por qué pedía permisos a los anteriores ministros de Justicia? ¿Por qué sí cumplía ese procedimiento con anterioridad?”, expresó el Presidente del Consejo de Ministros.
Así, Pedro Cateriano negó que –como han señalado literalmente bancadas políticas de oposición- el Ejecutivo esté amordazando (impidiendo la expresión pública) a procuradores del Estado. El jefe del Gabinete señaló que lo que se hace es hacer cumplir la ley (en específico, la norma que regula las declaraciones públicas de procuradores), dictada en un gobierno pasado.
“Mientras esté vigente una ley, los funcionarios públicos la tienen que respetar…”, recordó.
“¿Ante qué situación estamos? Un funcionario público se niega a acatar la ley. (Pero) La inconstitucionalidad parcial o total de una ley lo declara el Tribunal Constitucional; la inaplicación la declara un juez, no un funcionario”, agregó sobre la conducta de Príncipe.
Dato:
En julio pasado, en declaraciones a un programa televisivo que era conducido por la periodista Milagros Leiva, Julia Príncipe se pronunció ante el procedimiento que obliga a los procuradores a pedir permiso -y dar explicaciones- al Consejo de Defensa Jurídica del Estado para poder hacer declaraciones públicas sobre los casos a su cargo.
En ese entonces, y ante el oficio 2305-2015-JUS que el 10 de junio último recibiera, Príncipe manifestó que dicho mecanismo constituía una “censura previa a la libertad de expresión”.