Se denomina carga viral a la cantidad de partículas del virus a las que se expone un individuo durante un contagio, este contagio puede ser por vía aérea, vía sanguínea y depende naturalmente de la forma de trasmisión, en el caso del COVID 19, dependería de la cantidad de virus que exhalaría un individuo infectado hacia su alrededor y para las personas con las que estaría en contacto.

Al respecto, la doctora Rosa Luz López Martínez Jefa de UCI del Hospital Almenara de EsSalud, señaló que “la carga viral depende de varios factores. En primer lugar, la cantidad de partículas que esté produciendo una persona, una persona vacunada si contrae la enfermedad está demostrado que va a producir un menor número de partículas de contagio que una persona no vacunada”.

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Asimismo explicó que una persona en la primera etapa de la enfermedad produce también un mayor número de partículas que en etapas posteriores de la enfermedad, una persona que está muy cerca de otras también va a exponerlas a una mayor carga viral y contagio”.

La doctora López Martínez resaltó la importancia del uso correcto de la mascarilla, que disminuye  90 % la posibilidad de contagio cuando la usan el portador y el posible receptor; e indicó también que el protector facial es un adyuvante, pero no reemplaza a la mascarilla.  

Recomendó medidas efectivas para disminuir la carga viral como el distanciamiento social mayor de 2 metros para reducir la posibilidad de contagio; por cuanto mayor distancia, menor carga viral en el entorno del paciente infectado. 

Asimismo, la ventilación natural (aire que ingrese y aire que salga), reduce la carga viral, es necesario diferenciarlo del uso de ventiladores (de cualquier tipo) que solo remueven el aire dentro del mismo espacio cerrado y que más bien anulan la protección de la distancia social, al diseminar las partículas virales dentro de la habitación sin recambio de aire.

Si bien la carga viral no es el único determinante de la gravedad, es de esperarse que una mayor exposición pueda llevar a mayor respuesta inflamatoria en las personas susceptibles, y empeorar con ello el pronóstico de la enfermedad. 

"La mascarilla es una herramienta muy importante, accesible y rápida, en tanto se espera el cumplimiento la persona se vacune  y se conozca más de esta enfermedad y otras posibles medidas terapéuticas”, finalizó.