El “pastor chiribaya” es reconocido como la segunda raza canina peruana

El hallazgo de un cementerio exclusivo de perros demuestra su valor en culturas prehispánicas. Foto: captura.
Desde el sur del país, un ejemplar canino ha sido oficialmente reconocido por su legado ancestral y sus cualidades únicas. Se trata del “pastor chiribaya”, una raza originaria de Moquegua, cuyas características físicas y funcionales han sido estudiadas por especialistas en arqueología y etnología, confirmando su existencia desde hace más de mil años.
Este perro, que se distingue por su notable capacidad de vigilancia y su cercanía con las comunidades ancestrales, ha sido recientemente declarado como la segunda raza canina peruana por la Federación Canina Americana. El anuncio se dio el pasado 28 de marzo en Brasil, donde Jaime Rodríguez Valencia representó a la Asociación Canófila Peruana y a la Unión Canófila Peruana.
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HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS Y VALOR CULTURAL
El reconocimiento internacional se sustenta en los estudios realizados por la doctora Sonia Guillén, quien descubrió más de 40 momias de estos perros durante excavaciones en el sur del país. Según explicó Jaime, "la tipicidad, es decir, lo típico, lo que caracteriza una raza, se repetía en todas estas momias", lo que permitió establecer un patrón fenotípico consistente.
Uno de los hallazgos más significativos fue la presencia de un cementerio exclusivo para perros, lo que sugiere que estos animales tenían un papel relevante en las antiguas sociedades. “Para los 'chiribaya', el perro había sido un ser más que especial (…) lo enterraron con honores, precisamente por la funcionalidad y por todo el trabajo que hacía conjuntamente con la población”, comentó.
FUNCIONES Y CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
El “pastor chiribaya” cumplía diversas labores. Además de cuidar rebaños de camélidos como llamas y alpacas, se cree que también ayudaba en la pesca, la vigilancia y ofrecía compañía. Sus características morfológicas lo adaptan a entornos difíciles: tiene un cuerpo más largo que alto, patas tipo liebre que favorecen su desplazamiento en terrenos agrestes y una cola tipo plumero.
Posee un pelaje de doble manto, con una capa exterior que le da color y otra interna que lo protege del frío. Su cabeza es de tipo mesocéfalo, lo que lo vincula estrechamente con sus ancestros, como el lobo. Además, destaca por tener ojos almendrados, una depresión nasofrontal medianamente marcada y una actitud siempre atenta.
RECONOCIMIENTO LEGAL Y EVENTO NACIONAL
Tras su validación internacional, se ha iniciado un proceso para declarar al “pastor chiribaya” como patrimonio cultural vivo del país. El proyecto de ley fue presentado por la congresista Magaly Ruiz y fundamentado ante la Comisión de Cultura del Congreso el 14 de abril. Este nuevo paso busca reforzar su importancia histórica y cultural dentro del territorio nacional.
Como parte de la celebración, se ha programado una actividad abierta al público para el 18 de mayo en el Circuito Mágico del Agua, desde las 3 de la tarde. Durante el evento se realizará la presentación oficial del reconocimiento internacional, además de una campaña de evaluación y certificación que incluirá a otras razas caninas.
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