El arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, sostuvo que el fragor de la campaña electoral ha tenido personas “que se han denominado católicos o que han apelado a lo religioso, y que a su vez, han generado tensiones”. Añadió que no ha sido bueno que se haya usado, por momentos, una tirantez innecesaria. “Se ha podido hablar con tranquilidad”, acotó. 

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“Se siente un ambiente distinto en esta campaña porque quizás le ha faltado a todos los candidatos un intento de perfilar el proyecto de país que necesitamos. Una suma de cosas por hacer para ganar las Elecciones, sino, sobre todo, tener la capacidad de ver lejos cómo hacer un proyecto común que nos hermane y como si bien hay competidores, hay elementos comunes que se pudo reforzar. Eso depende de la altura de la persona y del fragor con que se hacen las cosas”, manifestó.

Monseñor Castillo dijo que corresponde a la Iglesia, pero también a los cristianos por su propia responsabilidad el poder calibrar las cosas, ponderarlas. “Recordemos que Jesús muere para no alterar la vida de Israel y acepta la muerte como un don para pacificar”, expresó. 

Finalmente, el sacerdote admitió que sí sintió que un sector de católicos ha azuzado el encono y “ha querido condicionar la conciencia de las personas”.