Uganda estremece al mundo con una terrible noticia. Al menos 41 personas, en su mayoría estudiantes, fueron masacradas la madrugada del sábado 17 de julio, al interior de un colegio de nivel secundario, ubicado en el oeste país.

De acuerdo con las autoridades ugandeses, se trata del peor atentado que se ha registrado en la última década y fue atribuido a las Fuerzas Aliadas Democráticas, organización yihadista vinculada con el Estado Islámico.

[Lee también: Vladimir Putin se muestra dispuesto a dialogar con quienes "deseen la paz"]

Los hechos ocurrieron en una localidad cercana a la frontera con la República Democrática del Congo.

Según el reporte oficial del ataque terrorista, los rebeles usaron pistolas y cuchillos durante el asalto. Además, incendiaron dormitorios en una escuela secundaria.

Uno de los sobrevivientes narró con detalle lo que vivió dentro de su colegio.

“Como no pudieron abrir la puerta del dormitorio, comenzaron a disparar a las ventanas y a la puerta. Nos escondimos debajo de nuestras camas en el piso mientras seguían disparando. Un compañero recibió un balazo y comenzó a gritar que lo ayudaran. Luego, le prendieron fuego a nuestro dormitorio mientras permanecíamos adentro”, señaló Mumbere Dido, uno de los estudiantes.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó enérgicamente el atentado y envió condolencias a las familias de las víctimas.

El funcionario calificó el ataque de atroz y espantoso y pidió que los responsables sean llevados ante la justicia.

Mientras tanto, la primera dama de Uganda, Janet Museveni, dijo que el caso está siendo investigado.

“El gobierno a través de los organismos de seguridad está tratando de dar seguimiento a lo que realmente sucedió. Creemos que la justicia prevalecerá”.

De acuerdo con las autoridades, los rebeldes habrían huido hacia Virunga, en la frontera con Uganda y Ruanda, un santuario de renombre mundial para especies raras que es utilizada como escondite.