El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy (2007-2012), fue condenado a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias, según el Tribunal Correccional de París.

Dos de esos años de cárcel están exentos de cumplimiento y el tercer año de prisión firme puede ser convertida en detención domiciliaria o vigilancia con un brazalete electrónico.

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El tribunal comentó que los hechos eran "particularmente graves", dado que fueron cometidos por un expresidente que utilizó su estatus a cambio de conseguirle a un magistrado un puesto en Mónaco. Además, como exabogado, estaba "perfectamente informado" de esta acción ilegal.

La corte condenó, además, a una pena similar al abogado del expresidente, Thierry Herzog, a quien también impuso cinco años de inhabilitación para ejercer la abogacía, y al alto magistrado Gilbert Azibert.

La histórica condena a Sarkozy, que puede apelar la sentencia, se produce dos semanas antes de que se abra otro proceso en el que está implicado el exmandatario, el de las presuntas irregularidades sobre la financiación de su campaña para las elecciones presidenciales del 2012.

(Foto: AFP)