La selección de Gambia vivió minutos de terror luego de que el avión que los transportaba a Costa de Marfil para disputar un partido de fútbol contra la selección de ese país por la Copa Africana de Naciones (CAN) tuviera una falla técnica en el suministro de oxígeno.

 Fue un error de la aerolínea que pudo haber terminado en la peor tragedia.

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AVIÓN SIN OXÍGENO

De acuerdo con la información del periodista Sané Malang, algunos de los jugadores incluso llegaron a desmayarse. Tras el incidente, el vuelo regresó a Banjul, capital de Gambia, y aterrizó de emergencia. Fueron nueve minutos de terror para la delegación y la tripulación.

Uno de los afectados en el vuelo, el futbolista Saidy Janko, contó detalles del traumático momento y publicó un video en sus redes sociales.

“Inaceptable. Después de viajar 32 horas en total desde Arabia Saudita (donde entrenaron) a Gambia con largas escalas en Estambul y Casablanca, se suponía que debíamos volar hoy desde Gambia a Costa de Marfil para la Copa de África”, afirmó.

DOLORES DE CABEZA Y MAREOS EXTREMOS

“Tan pronto como subimos a la avioneta que fue contratada para llevarnos, notamos el inmenso calor que nos dejó empapados de sudor. La tripulación nos aseguró que el aire acondicionado se encendería una vez que estuviéramos en el cielo”, continuó.

“El calor inhumano, combinado con la falta de oxígeno, provocó en muchas personas fuertes dolores de cabeza y mareos extremos. Además, la gente empezó a quedarse profundamente dormida minutos después de entrar al avión o despegar”, detalló el jugador Janko.

“IBAMOS A MORIR TODOS”

Saidy Janko insitió en que “las consecuencias podrían haber sido mucho peores. Sabiendo lo que podría haber pasado, si hubiéramos estado expuestos a la situación por más tiempo, en un avión, quedándonos sin oxígeno”, y también realizó un llamado a investigar. “Esto es inaceptable”, enfatizó.

Por su lado Tom Saintfiet, entrenador belga de Gambia, aseguró que estuvieron muy cerca de morir. “Si los pilotos no hubieran decidido volar de regreso a Banjul, íbamos a estar todos muertos quince minutos después”, expresó en diálogo con Nieuwsblad.