Mantener un bienestar físico y mental, elevar el rendimiento y reducir el ausentismo laboral por enfermedades relacionadas a una alimentación poco saludable, serían las principales razones por la cuales debemos consumir una dieta balanceada en el hogar, así como en el trabajo podría reducir el riesgo de obesidad y de contraer enfermedades como diabetes, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, osteoporosis y otras.

A continuación te brindamos cinco recomendaciones para una alimentación saludable en el entorno laboral:

​- Consumir frutas y verduras frescas. Por sus antioxidantes previenen el envejecimiento de las células y ofrecen un alto contenido en vitaminas, necesarias para el organismo; por lo que se recomienda comer entre 5 y 6 raciones diarias.

- Beber agua. Es esencial para que los riñones funcionen bien, pues los ayuda a eliminar residuos y nutrientes innecesarios a través de la orina. Además, mejora el tracto digestivo ya que el agua es necesaria en la disolución de nutrientes para que sean absorbidos por la sangre y transportados a las células.

- Consumir alimentos ricos en fibra.  Productos integrales frutas, verduras, hortalizas y legumbres ofrecen múltiples beneficios como equilibrar el nivel de colesterol, combatir alteraciones de glucosa en sangre y regular el tránsito intestinal, entre otros. 

- Reducir el consumo de gaseosas, azúcares y comida rápida. La comida rápida o chatarra por su bajo contenido nutricional y su alto contenido en grasas puede perjudicar al organismo, generando aumento de peso y obesidad.

- Elegir alimentos propios de la región. Consumir menús balanceados considerando el aspecto nutricional, gustos y preferencias de quien los consuma. Una dieta agradable y de bajo costo debe incluir alimentos que se producen en cada región.