¿Qué pasa si duermo con ventilador o aire acondicionado encendido?
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Debido al intenso calor, sobre todo a la hora de dormir, se ha incrementado el uso de los ventiladores y el aire acondicionado en los hogares. Al respecto, el médico neumólogo del hospital Cayetano Heredia, Oscar Gayoso, explicó a la Agencia Andina que las altas temperaturas nocturnas generan golpes de calor o hipertermia, la cual se evidencia a través de una sudoración muy marcada, deshidratación y pérdida del control térmico del cuerpo.
“Esa hipertermia produce daño en el cerebro, produce problemas serios. Ese riesgo es mucho más marcado en la gente que está en los extremos de la vida: los muy pequeños y los muy adultos o ancianos”, anotó. El especialista inidcó que el uso adecuado del aire acondicionado o del ventilador pueden aliviar el agobiante calor que se registra en estos días, reduciendo el riesgo de que las personas sufran de golpes de calor.
Sin embargo, aclaró que el aire acondicionado debe estar graduado a una temperatura de entre 21 y 22 grados, a fin de que el ambiente donde uno duerme no esté ni muy frío ni muy caluroso.
En el caso de los ventiladores, el especialista recomendó utilizar estos equipos de una manera que la ventilación sea indirecta, ya sea hacia la pared o la ventana, pero no directamente hacia la persona para que el efecto de circulación de aire sea mucho mayor.
Por otro lado, el mayor riesgo para una persona que usa el aire acondicionado, tanto en su vivienda, en el trabajo o en su vehículo, son los gérmenes presentes en los filtros de estos equipos, si no tienen un adecuado mantenimiento y que pueden circular en un ambiente cerrado.
En esa línea, el doctor mencionó el caso de Legionella pneumophila, una bacteria que se instala en los recipientes fríos de los aires acondicionados y que, al expandirse en el aire, afecta a la gente.
Otras alternativas
Frente a la carencia de cualquiera de estos equipos de enfriamiento del ambiente, el especialista recomendó a las personas consumir mayores cantidades de líquidos fríos, porque de esta manera se contrarresta la deshidratación del calor y se evita los golpes de calor, sobre todo en niños y ancianos.
“Lo importante es que sea agua. Hay algunos que la toman tibia o helada. Tampoco hay que exagerar con el hielo, o que no sea en una temperatura extrema, mejor es a temperatura ambiente”, anotó.
Finalmente, aconsejó dormir con ropa holgada, cómoda, no muy abundante, preferentemente con polo o short de algodón.