El circo no solo divierte y entretiene, también puede ser un medio para fomentar la inclusión social.

Esta es la misión de “Un circo diferente” una propuesta inclusiva de su director y cofundador César Medina director y cofundador, cuyos 25 años de experiencia como payaso lo motivaron a crear este centro para personas neurodivergentes.

Circo e inclusión

El propósito de “Un circo diferente” es trabajar y desarrollar las habilidades de los niños creyendo, confiando y fortaleciendo su autoestima por medio de diversas actividades visoespaciales, corporales, musicales, matemáticas y lingüísticas.

“Tenemos un proceso de evaluación para saber a partir de qué debemos comenzar. Evaluamos la condición física, atención y concentración. A partir de eso desarrollamos los propósitos para las personas”, menciona el cofundador César Medina.

Habilidades escondidas

Entre los participantes se encuentra Romina, una niña con autismo que forma parte de las actividades de “Un circo diferente”.

Su papá, Óscar Palomino, cuenta que, al iniciar el taller, le dieron la oportunidad de abrirse a estos espacios. Gracias al trabajo que ha venido realizando se ha sorprendido al verla en los aros o caminar sobre una viga.

“El objetivo es que las personas puedan, a través de la disciplina del circo, avanzar en sus propósitos personales, que los familiares descubran nuevas habilidades en los chicos y, en tercer lugar, descubrir artistas en la música o circenses”, cuenta el director de “Un mundo diferente”.

Conoce más de este proyecto en el siguiente video: