Saberes y técnicas del tejido del cachiguango son patrimonio cultural
Los saberes y técnicas asociados al tejido del cachiguango o ela, práctica tradicional del pueblo urarina -asentado en el departamento de Loreto-, fueron declarados como Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura.
El cachiguango o ela se confecciona a base de fibras de aguaje (mauritia flexuosa) o alaa, recolectada de los múltiples aguajales en las cuencas de los ríos Chambira, Marañón, Tigrillo, Patayacu y Corrientes.
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Los hilos son cruzados mediante un telar de cintura. Para darles color, las tejedoras tiñen los hilos de fibra de aguaje con tintes extraídos de plantas como lüriane (rojo) y cúrcuma (naranja); así como una tierra oscura conocida como itanicha (negro).
Para su fabricación, los urarina aprovechan de manera eficiente y sostenible los recursos de los ecosistemas inundables desde hace siglos, estableciendo controles sociales para conservar estos espacios.
El cachiguango o ela es usado como tapete para descansar por las noches y también como telar para envolver a los difuntos.
Este tejido también constituye una especie de moneda y que adquiere valor a través del intercambio con otros pueblos, según consta en investigaciones. Por ello su producción, circulación y consumo es esencial para la reproducción de la comunidad urarina.
Los mitos urarina refuerzan la idea del tejido del cachiguango o ela como una tarea central en la vida de las mujeres, que aprenden a elaborarlo mirando tejer a sus madres y abuelas.
Así, el cachiguango contribuye a la perpetuación y fortalecimiento de la cultura e identidad urarina; toda vez que su elaboración es una actividad que une su pasado ancestral con el presente.