La congresista no agrupada, Carmen Omonte, dijo que las decisiones tomadas por muchas bancadas, además de afectar la imagen del Congreso, también generan consecuencias en un tema tan trascendente como el de la elección de los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) “porque va a estar sujeto a demandas que van a ganar [el Poder Judicial] si es que prima, finalmente, el Estado de Derecho”.

Explicó que se opuso al nombramiento de los tribunos desde que se planteó la cuarta legislatura “porque ya vulneraba lo que debiera ser ese requisito de predictibilidad que sentaba un precedente muy delicado con respecto a las decisiones que íbamos a tomar en estas últimas semanas”.

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“Por otro lado, nos guste o no, hay un proceso, una medida cautelar que se ha dado por parte del sistema de justicia y que, si el Congreso consideraba que no era procedente, hay un mecanismo legal que es la apelación”, arguyó.

También reveló que un grupo de congresistas y de bancadas decidió tomar la decisión de suspender el proceso de elección hace varios meses, en noviembre del 2020, y eso acortó los plazos. “Entonces, se han dado varios errores que estamos a tiempo de rectificar”, dijo.

A su juicio, en el siguiente Congreso, por más dispersión que exista entre los diferentes partidos políticos, también puede tomarse la decisión de asumir esta tarea apenas sean investidos los nuevos legisladores. “Tenemos que ser responsables y que finalmente prime este equilibrio de poderes que espera la ciudadanía y que nos hace bien a todos”, concluyó.