Para cumplir con los objetivos de contribuir a mejorar la atención en clases, la asistencia escolar y los hábitos alimenticios, el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma, proporciona una amplia gama de alimentos nutritivos, de calidad e inocuos para el consumo de los escolares.

Ahora a través de los Comités de Alimentación Escolar, que operan bajo el modelo de cogestión, se entrega -de manera mensual o bimensual dependiendo de la ubicación geográfica- una dotación de alimentos de manera directa a las madres y padres de familia para que estos los preparen en sus hogares y sean consumidos por los estudiantes, a manera de acompañamiento de sus clases no presenciales.

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En la planificación del menú escolar, además de considerarse criterios como si el escolar pertenece a inicial, primaria o secundaria, si el colegio usuario se ubica en los quintiles de mayor o menor pobreza, entre otros factores, también es muy importante la pertinencia cultural. 

Por ello se incorporan alimentos que responden a los hábitos y patrones alimentarios regionales. Por ejemplo, en regiones como Huancavelica, se distribuye el charqui de alpaca -entre otros alimentos- que por su rico sabor y por ser un alimento vigente en las mesas huancavelicanas, es el ingrediente principal de un olluquito o un chuño con charqui, así como de sopas y otros guisos. 

Su mayor bondad nutritiva está en su 45 % de proteínas, para la formación y mantenimiento de músculos y huesos, sobre todo en niñas y niños en edad de crecimiento. Además, tiene minerales como el hierro, importante para combatir la anemia infantil. 

En la región San Martín se distribuye la conserva de mollejitas de pollo, fuente de proteína de alta calidad para enriquecer la dieta de miles de niñas y niños estudiantes de la zona. Recordemos que las proteínas son cruciales para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento del cuerpo. Forman y reparan tejidos, brindan energía y combaten virus, bacterias y otros microorganismos.

Como parte del menú escolar, se incluyen las menestras. En Ica se entrega pallar, reconocido por ser una gran fuente de carbohidratos y proteína de origen vegetal. 

En regiones como Pasco, el trigo forma parte del servicio alimentario escolar. Este cereal no es solo un alimento milenario, sino también nutritivo. Brinda una importante cantidad de carbohidratos y aminoácidos esenciales para el organismo. 

Mientras que, en Puno, se distribuye la quinua considerada un súper alimento por su alto contenido de nutrientes. 

Para la preparación de bebibles, destacan la harina de maca distribuida a los escolares en Huánuco. Por contener vitaminas B1 (tiamina) y B2 (riboflavina), el consumo de la harina de maca permite mejorar la memoria, concentración y aprendizaje de los estudiantes que son atendidos por Qali Warma, entre otros beneficios.

Mientras tanto, en Ucayali se entrega la harina extruida de maíz con el fin de optimizar la dieta de los estudiantes de la región. Este producto es utilizado para la preparación de bebibles que brindan la energía necesaria para un día de clases.

De igual forma, en Tacna figura la harina de maíz morado, más conocida como api, que destaca por la antocianina, un pigmento que le da el color característico y que es un potente antioxidante que ayuda a proteger a las células y los tejidos de los daños provocados por unas moléculas denominadas radicales libres (una suerte de sustancias de desecho que fabrica el mismo cuerpo).

Por último, se debe señalar que los alimentos que se distribuyen para el consumo de los escolares usuarios son elaborados en base a especificaciones técnicas exigidas por la autoridad sanitaria y el Programa, en consonancia con la Ley de Alimentación Saludable. De esa manera, están libres de octógonos, es decir, no superan los límites establecidos de azúcares y grasas.