El director de Desarrollo Tecnológico del Midagri, ingeniero Percy Medina, dijo que el aporte del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) para los agricultores de zonas marginales ayuda a mejorar los cultivos y los rendimientos con gran impacto.

“Con enormes impactos económicos, con beneficios en los agricultores localizados en zonas de pobreza extrema, con cultivo que ayuda mucho a mejorar sus rendimientos. Tenemos muchas variedades. Durante la historia del INIA tenemos más de 155 variedades liberadas que contribuyen al país”, señaló.

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Explicó que mejorar la producción en términos agrarios significa incrementar la productividad en la parte económica. “Digamos: si un agricultor por un cultivo normal que no tenga los avances tecnológicos produce 10 toneladas. Con la intervención del INIA, en arroz digamos, puede estar en 12 o 14 toneladas”, manifestó.

Dijo también que los ingresos aumentan más o menos entre el 10 y el 30 % si es que utilizan la semilla del INIA. “Hay un mercado informal que no nos permite avanzar porque es necesario que el agricultor peruano utilice las semillas que generamos”, advirtió.

Muchas de las variedades investigadas son adaptadas a la resistencia de algunas enfermedades, temas de cambio climático, sequías, en esto ayuda la investigación y en  que las variedades que liberamos tengan estas características, acotó.

Pero el tiempo juega en contra. Toma sus largos días para esperar resultados oficiales. Las investigaciones además de tecnológicas son de campo.

“Obtener una variedad no es en un año. Nos demora seis u ocho años. La investigación tiene estos rigores. Fuera del trabajo de laboratorio, del trabajo de campo, hay un trabajo de comprobación”, expresó.

Antes de liberar hay que instalar parcelas en diferentes zonas para ver el comportamiento y una vez que se expresa la comprobación podemos liberar la tecnología, indicó el ingeniero.