Con el objetivo de coordinar acciones de respuesta y apoyo a las regiones del país afectadas por las fuertes lluvias, el Ministerio de Relaciones Exteriores, convocó a los representantes de las embajadas acreditadas en el Perú y de los organismos internacionales. 

Durante la reunión, la directora general para Asuntos Económicos de la Cancillería, embajadora María Eugenia Echeverría, junto a representantes del Instituto Nacional de Defensa Civil - INDECI, dieron cuenta de la situación del país como consecuencia de las intensas lluvias y precipitaciones pluviales que han causado la lamentable pérdida de vidas humanas y cuantiosos daños materiales.

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La embajadora Echevarría, recordó que, debido al impacto y perjuicios ocasionados en la población, el gobierno de la presidenta Dina Boluarte ha emitido a la fecha más de 11 declaratorias de emergencia. 

Agregó que el INDECI se encuentra recabando la información necesaria para determinar los daños y las necesidades existentes, con el propósito de presentar una lista específica de requerimientos que sirvan como guía para la cooperación internacional.  

“Agradezco el valioso apoyo y la disposición de diversas agencias de las Naciones Unidas, organizaciones miembros de la red humanitaria nacional, embajadas y el sector privado, que se suman a los esfuerzos nacionales para contener y atender esta emergencia climática”, apuntó. 

Por su parte, el secretario general del INDECI, César Negrete, presentó un reporte actualizado de daños a nivel de número de damnificados, viviendas e infraestructura comprometidas, áreas de cultivo y ganado afectados en Tumbes, Piura y Lambayeque. 

Asimismo, informó sobre los bienes de ayuda humanitaria entregados hasta el momento, sobre la tarea de los Grupos de Intervención Rápida para Emergencias y Desastres (GIRED) del INDECI, y el rol de apoyo de las Fuerzas Armadas en el traslado, rescate y evacuación de personas.

A su turno, el coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en el Perú, Igor Garafulic, manifestó que el Perú enfrenta una emergencia que continuará en los siguientes meses debido al Fenómeno de El Niño costero y al calentamiento global, por lo que propuso ampliar la coordinación de la respuesta a la comunidad internacional.