Pedro David Pérez Miranda, o ‘Peter Ferrari’ como le dicen sus amigos, fue intervenido en su vivienda de La Molina por ser sospechoso de liderar la red más grande de tráfico de oro que se ha visto en el país.

Este hombre de 55 años se ganó su apelativo por el ostentoso estilo de vida que lleva y por su pásión por las joyas y costosos autos deportivos. Dice dedicarse a la compra y venta de oro y se calcula que su fortuna ascendería a más de US$ 600 millones.

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En 1999 Pérez Miranda fue encarcelado tras ser acusado de lavar dinero para el cartel del Valle del Norte de Colombia. Cuatro años más tarde fue exculpado del delito de narcotráfico y la justicia ordenó que se le devuelvan US$ 2,5 millones que la Sunat le había retenido por la exportación de oro.

En 2013, la Sunat embargó cerca de 300 kilos de oro de una empresa de un familiar suyo y a los pocos meses, una medida cautelar en Ucayali, obligó al ente recaudador a devolver parte de la mercancía, que a inicios de 2015 volvería a ser incautada por la Policía en la bóveda de Prosegur de una empresa de otro de sus familiares.

En imágenes de la última intervención de su vivienda en La Planicie en La Molina, se muestra tranquilo y seguro de superar la situación, mientras la Fiscalía de Lavado de Activos tiene la tarea de demostrar que su investigación tiene argumentos sólidos.