Líbano acusa a Israel de “terrorismo” en la ONU tras estallidos mortales
Continúa la guerra en el medio oriente. Fotos: AFP.
El ministro libanés de Asuntos Exteriores, Abdallah Bou Habib, calificó este viernes de "atentado terrorista" la explosión de dispositivos portátiles de comunicación registrada esta semana en su país, de la que culpó a Israel.
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Los estallidos casi simultáneos que mataron a decenas de personas en todo Líbano durante dos días son "un método de guerra sin precedentes por su brutalidad y terror", dijo el funcionario ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al agregar que el ataque no fue "más que terrorismo".
RESPUESTA DE LA ONU
El derecho internacional "prohíbe" el uso de artefactos "explosivos" que parezcan objetos "inofensivos", declaró el viernes ante el Consejo de Seguridad el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, mientras el canciller libanés acusó a Israel de "terrorismo".
"Es un crimen de guerra cometer actos de violencia destinados a sembrar el terror entre la población civil", dijo Türk en una reunión del máximo órgano de seguridad de la ONU, convocada por Argelia, tras la explosión simultánea esta semana de bíperes, walkie-talkies y otros dispositivos de comunicación del grupo islamista Hezbolá, en Líbano.
ISRAEL INDICA QUE SOLO ATACA A TERRORISTAS DE HEZBOLÁ
Israel no ha comentado la operación, pero ha dicho que ampliará el alcance de su guerra en Gaza para incluir al Hezbolá libanés.
"Puedo decirles que haremos todo lo posible para atacar a esos terroristas", advirtió el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, que habló después de que su país anunciara la muerte del comandante de la unidad de élite de Hezbolá en un ataque en Beirut el viernes.
"No tenemos intención de entrar en guerra con Hezbolá en Líbano, pero no podemos seguir así", añadió Danon
LÍBANO PROMETIÓ DURO CASTIGO
En Líbano, el jefe del movimiento armado Hezbolá, Hasan Nasrallah, reconoció que el estallido de aparatos de comunicación de miembros del grupo proiraní, que atribuyó a Israel, constituyó un "duro golpe" por el que prometió un "justo castigo".
Hasan Nasrallah había denunciado una "masacre" que podría considerarse como "una declaración de guerra". Las explosiones, el martes y el miércoles, de bíperes y walkie-talkies mataron a 37 personas e hirieron a unas 3 000 en bastiones de Hezbolá, según el ministerio libanés de Salud.
GRUPO ARMADO PROMETE “DURAS REPRESALIAS A ISRAEL”
El líder del movimiento proiraní había afirmado que Israel enfrentará "duras represalias y un justo castigo, tanto donde lo espera como donde no lo espera".
Durante su declaración televisada, aviones israelíes sobrevolaron Beirut rompiendo la barrera del sonido.
El ejército de Israel indicó que durante el día había bombardeado "unas cien lanzaderas" de cohetes listas para ser "utilizadas inmediatamente para disparar" contra su territorio, así como "otras infraestructuras terroristas" en Líbano.
Según un responsable de seguridad libanés, "los aparatos" de comunicación de Hezbolá que estallaron el martes y el miércoles "estaban preprogramados para explotar y contenían materiales explosivos".