Desde hace unos meses los servidores de la Zona Arqueológica de Caral, han recibido amenazas, agresiones verbales y físicas por parte de un grupo de personas que buscan perpetuar su posesión ilegal en terrenos a nombre del Ministerio de Cultura y declarados patrimonio mundial y que, además, guardan importantes evidencias para el entendimiento del desarrollo de la Civilización Caral en el valle de Supe.

La denuncia por la agresión sufrida por el jefe de campo de Caral Alan Ríos ya se encuentra en conocimiento de las autoridades y se espera la intervención de las autoridades policiales y del Ministerio Público. 

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La Zona Arqueológica de Caral ha solicitado a la Policía Nacional del Perú y Fiscalía de Barranca salvaguardar la integridad física de los arqueólogos, excavadores, conservadores, topógrafos, entre otros servidores, a fin de evitar otras y más graves agresiones.

El sitio arqueológico Caral se encuentra reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación, sin embargo los invasores, provenientes de la Ciudad de Barranca, construyeron casas precarias durante la pandemia, cuando por medidas de precaución el campamento de los arqueólogos fue cerrado y actualmente continúan haciendo caso omiso a los pedidos de la ZAC, de retirarse de la zona, así como dejar de regar y arar los terrenos, destruyendo la evidencia existente.