Historias que inspiran: La nueva danza de Inés Coronado
Una fractura en la columna pudo acabar con los sueños de Inés Coronado, coreógrafa y bailarina, pero ella salió adelante y adaptó su vida a su más grande pasión: la danza y acrobacia.
Pasión innata
En el bloque “Sin límites” de Sin Barreras conversamos con Inés Coronado, artista acróbata y de danza, que en 2014 sufrió una lesión modular durante una presentación a dúo. En aquel accidente, ella sufrió la peor parte, pues sintió claramente como desaparecía la mitad de su cuerpo.
Su pasión inició desde pequeña cuando iba a clases de ballet con su hermana. Luego, en la universidad, tenía planeado seguir Derecho, pero optó por la especialidad de Danza.
Empezar sin miedo
Su esposo, Carlos Oliver, recuerda ese día con claridad. Él llegó a la clínica desde el aeropuerto y encontró mucha gente. “Sus caras me decían lo grave de la situación. Lo primero fue escucharla (a Inés) decir que vamos asalir de aquí y eso me dio tranquilidad y certeza”, cuenta Carlos.
“Para mí, superar psicológicamente toda esta nueva faceta fue un trauma y, como tal, tuve apoyo desde el primer momento, así como contar con una psicóloga excelente”, expresa Inés, quien, a pesar de esta experiencia, no se rindió y readaptó su pasión.
Una nueva vida
Otra incógnita después de su accidente fue si podría tener hijos. Los doctores le dijeron que sí, mas no por parto natural.
A pesar de este pronóstico, su hija Trilce nació por este medio y cambió su vida por completo.
Otro reto llegó a su vida cuando fundó la compañía de danza “Mundana”, la cual le exigió desafíos como gestionar un proyecto dedicado a la creación y producción de danza accesible e inclusiva.
Inés y su familia continúan en esta interminable danza que es la vida, demostrando que no hay barreras para seguir los sueños, así se deba empezar de nuevo.
Conoce más historias de superación en Sin Barreras, todos los domingos, a las 10 a. m.