El entrenador y exmundialista Julio César Uribe sostuvo que lo mismo que se está haciendo en política se tiene que hacer en el fútbol peruano para desterrar los malos manejos que aquejan a este deporte.

Asimismo, dijo que el fútbol peruano no necesariamente es una representación de nuestra sociedad, y que quienes metan a todos en un mismo saco buscan excusar su mediocridad y su necesidad de lucrar con el ser humano. “El hecho que haya mucha gente corrupta no significa que tú lo seas”, remarcó.

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No obstante, evitó referirse al caso del expresidente de la Federación Peruana de Fútbol, Edwin Oviedo, pero sí precisó que espera que resuelva sus problemas judiciales y que tenga la posibilidad de demostrar su inocencia.

Por otro lado, consideró que el técnico de la selección peruana, Ricardo Gareca, con quien coincidió en el América de Cali en 1987, es un gran profesional y una excelente persona que trata de impartir la igualdad para todos “y no para grupitos de tres o de cuatro”.

Uribe destacó que lo más saludable de este grupo ha sido la unión y la alegría con la que entrenó siempre, así como el hecho de mantenerse mentalizados en el objetivo pese al pesimismo que pudo haber desde fuera. “Ahí hay un mérito del líder”, puntualizó.

En lo personal, el Diamante se considera frontal y transparente, con una personalidad muy firme que desde su juventud le permitió no envaneceser ante el elogio ni debilitarse ante la crítica.