Un día como hoy nació en Huarochiri Julio C. Tello, uno de los máximos representantes de la arqueología de nuestro país. A pesar de ser reconocido en este campo profesional, Tello estudió Medicina en la Universidad Nacional de San Marcos.

Hasta antes de Tello, el pasado del antiguo Perú era de los cronistas y toda la arqueología se reducía a los incas, pero, según el arqueólogo del MNAAHP, Manuel Merino, Tello nos da profundidad arqueológica, una partida de nacimiento: Chavín, como el origen de la gran civilización andina.

Su trabajo ha dejado un importante legado en esta rama de la ciencia que se puede ver en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP) ubicado en Pueblo Libre. Este inmueble estuvo bajo la dirección de Tello desde su fundación hasta su muerte.

Manuel Merino, señala que uno de los primeros actos que realizó Tello como director de dicha institución fue instalarse en el museo. “Julio C. Tello necesitaba un lugar donde investigar. Entonces se instaló en este sito antes que se llame museo”, dijo.

Una de las salas del museo que representa el trabajo de Tello es Paracas porque reúne los materiales que él mismo excavó. “En la arqueología los contextos son fundamentales y en Paracas sí se observa esta particularidad. Es decir, yo sé qué hubo en cada tumba y a partir de ello puedo imaginar cómo era la vida o el patrón funerario de su población”, mencionó Merino.

La importancia de los museos

Para Julio C. Tello los museos eran memoria y por ello creó la isea de un Sistema Nacional de Museos a partir de su preocupación de que nuestro patrimonio sea exhibido, de lo contrario se pierde y se deteriora.