Nutricionistas del Instituto Nacional de Salud (INS) han recomendado el consumo de arroz fortificado como una estrategia clave para combatir la anemia y promover la salud en grupos vulnerables como niñas, niños y mujeres en edad fértil.

Esta recomendación surge en respuesta a las preocupantes cifras de anemia reportadas en el año 2023, afectando al 43.1 % de niños y niñas de 6 a 35 meses según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES-2023).

Un opción para nuestra alimentación

El arroz, siendo el alimento más consumido en todas las regiones del Perú, se presenta como un vehículo ideal para la fortificación con vitaminas y minerales esenciales como hierro, ácido fólico, zinc, vitaminas A, D, E y del complejo B. Estos nutrientes no solo son fundamentales para la prevención de deficiencias nutricionales, sino que también apoyan el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños y el bienestar de las mujeres en edad fértil.

¿Qué beneficios nos trae esta opción?

El ácido fólico añadido al arroz fortificado, por ejemplo, juega un papel crucial en la prevención de la anemia megaloblástica durante el embarazo, reduciendo el riesgo de defectos del tubo neural en los bebés. Esta medida se enmarca en el Reglamento de la Ley N° 31348, que promueve el enriquecimiento del arroz en el país mediante tecnologías de extrusión para asegurar la homogeneidad del producto final.

Actualmente, más de 250 empresas han obtenido el registro sanitario para producir y comercializar arroz fortificado, bajo la supervisión del Centro Nacional de Alimentación, Nutrición y Vida Saludable (CENAN) del INS. Este centro técnico en nutrición se encarga de verificar la calidad y la adecuada fortificación del arroz que llega a la población, asegurando que cumpla con los estándares nutricionales establecidos.

El Decreto Supremo N.° 008-2024-SA, derivado de la Ley mencionada, establece un plazo para que todas las empresas productoras implementen una línea de arroz fortificado, garantizando así el acceso continuo a este alimento en programas sociales de alimentación del Estado y para la población en general. Esta medida refleja el compromiso del gobierno peruano en mejorar la salud nutricional de sus ciudadanos, especialmente de los más vulnerables.

En conclusión, la fortificación del arroz emerge como una estrategia efectiva y sostenible para abordar los desafíos de salud pública relacionados con la anemia y la malnutrición en el Perú, promoviendo así una mejor calidad de vida y desarrollo para todos los peruanos, desde la infancia hasta la edad adulta.

Foto: Instituto Nacional de Salud