En la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, establecido por las Naciones Unidas, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) celebra un importante hito. Desde 2006, la institución ha otorgado un total de 8,117 registros de conocimientos colectivos a 93 comunidades campesinas y nativas del Perú. Este reconocimiento destaca el compromiso de Indecopi con la protección y preservación de los saberes tradicionales de las comunidades indígenas.

Asegurando el conocimiento colectivo

La labor de la Dirección de Invenciones y Nuevas Tecnologías de Indecopi se centra en asegurar que los conocimientos colectivos de las comunidades nativas y campesinas, que incluyen el uso tradicional de plantas y animales, reciban la protección que merecen. Estos conocimientos, transmitidos de generación en generación, son fundamentales para el bienestar de las comunidades, especialmente en áreas como la medicina tradicional y el manejo de recursos naturales.

Protegiendo nuestro legado

Los conocimientos colectivos abarcan una amplia gama de usos, desde la medicina y la cosmética hasta la construcción y la artesanía. Estos saberes permiten a las comunidades indígenas utilizar plantas y animales de manera eficaz para curar enfermedades, crear productos de belleza, y desarrollar técnicas tradicionales de construcción, entre otros beneficios. El registro de estos conocimientos garantiza que se reconozcan y protejan adecuadamente.

¿Qué comunidades han registrado su conocimiento? 

Hasta la fecha, las comunidades indígenas que han registrado sus conocimientos incluyen a los Asháninka, Amahuaca, Awajún/Aénts, Aymara, Bora, Cocama-Cocamilla, Ese Eja, Harakbut, Kichwa, Machiguenga, Murui, Ocaina, Quechua, Shawi, Shipibo-Konibo, Ticuna, Urarina, Wachiperi-Machiguenga, Yagua, y Yanesha. Las regiones con mayor número de registros son Loreto, San Martín, Amazonas, Pasco, y Junín, entre otras.

La importancia de estos registros radica en que cualquier uso de estos conocimientos por parte de terceros, como en la fabricación de medicamentos o productos cosméticos, debe contar con la autorización de la comunidad originaria y ofrecer una compensación económica. Esto asegura que las comunidades se beneficien directamente del valor de su conocimiento tradicional y protege sus derechos frente a la explotación no autorizada.

Este sistema de protección está respaldado por la Ley 27811, que establece el régimen de protección de los conocimientos colectivos de los pueblos indígenas vinculados a la biodiversidad. Los registros proporcionan una herramienta esencial para que las comunidades indígenas defiendan sus derechos y aseguren que sus saberes sigan siendo respetados y valorados en el contexto moderno.

Foto: Indecopi