"Samichay, en busca de la felicidad" es la ópera prima del cineasta peruano Mauricio Franco Tosso, quien posee una sólida carrera en Europa, cuyo trabajo cinematográfico transita entre la ficción y el documental. 

El largometraje realizado en quechua tiene como locación la provincia de Quispicanchis en el Cusco y es una representación del choque del mundo rural con el mundo urbano El protagonista de la película es el actor puneño, Amiel Cayo.

La producción lleva seis años de trabajo conjunto entre Perú y España, contando con fondos privados de inversión bajo la responsabilidad de Quechua Films (España) y Quinta Imagen (Perú).

‘Samichay’, que significa en quechua en busca de la plenitud y la felicidad, es el motor de Celestino (Amiel Cayo), un ermitaño campesino que vive solitario en las alturas de la sierra abandonado a su suerte quien emprende un viaje junto con lo único que tiene: su vaca Samichay.

Esta película ha sido ganadora del fondo de desarrollo IBERMEDIA y ha quedado dos veces finalista en el concurso de películas en lenguas originarias de Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO) del Ministerio de Cultura. Además, ha participado en reconocidos workshops internacionales como la sección Incubadora del Guanajuato International Film Festival, el Panamá Film Lab del Festival Internacional de Cine de La Haya) y MGR/WRK (Márgenes Festival de Cine Independiente).