La sensación térmica es un término acuñado por meteorólogos que representa el calor o el frío que percibe el cuerpo humano bajo ciertas condiciones meteorológicas. A diferencia de la temperatura ambiente, que se mide con un termómetro y es una variable objetiva, la sensación térmica es subjetiva y depende de factores como la humedad relativa y la velocidad del viento.

Durante el verano, el aire cálido puede provocar sensaciones de sofoco y malestar, especialmente cuando la humedad es alta y la evaporación se reduce. Esto puede hacer que percibamos una temperatura mayor a la real. Por otro lado, el bochorno se calcula considerando la humedad relativa y la temperatura del aire seco.

De esta manera, la sensación térmica surge de la combinación de la temperatura ambiente, la humedad relativa y la velocidad del viento. A mayor humedad relativa, mayor sensación de calor, mientras que a mayor velocidad del viento, mayor sensación de frío.

Asimismo, el índice que cuantifica la sensación térmica en días calurosos se conoce como "heat index" y depende tanto de la temperatura ambiente como de la humedad relativa. En días calurosos, la humedad relativa alta puede dificultar la evaporación del sudor, limitando el mecanismo natural de enfriamiento del cuerpo humano.

Por estas razones, este aspecto es importante a tener en cuenta para comprender cómo percibimos el clima, ya que puede diferir significativamente de la temperatura real y afectar nuestro confort y bienestar.

Foto: Agencia de Noticias Andina