En febrero por lo general comenzamos a comprar los útiles escolares para nuestros hijos, es un gasto considerable frente a la situación actual lo que nos conlleva siempre a intentar “optimizar” el dinero, sin embargo, no siempre es bueno dejarnos guiar por el precio, recuerde que muchas veces “lo barato sale caro”, por eso será oportuno fijarnos bien en estos útiles ya que en algunos casos están compuestos de materiales que pueden dañar la salud de los más pequeños.

Con el objetivo de contribuir a controlar los riesgos y prevenir los daños en la salud el Ministerio de Salud, a través de la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa), anunció que se han incrementado las acciones de vigilancia a todos los establecimientos que comercializan y fabrican estos productos en Lima y Callao, ante la cercanía del inicio de clases.

Advirtió que muchos de estos productos se encuentran compuestos de metales pesados como cadmio, plomo y cromo, y que estos pueden ocasionar anemias, retardo intelectual, además podrían afectar al sistema nervioso y otros están considerados en la lista de productos cancerígenos.

Se recomienda tener mucho cuidado no solo en su selección, costo, calidad, utilidad, sino también verificar si cuentan con sus autorizaciones sanitarias y de seguridad para que no se convierta en un riesgo para la salud de los niños ya que muchos productos son de origen informal y no cuentan con registro sanitario.

Digesa es la encargada de emitir los registros sanitarios a los productos que no son nocivos para la salud y que están previamente examinados, es por ello que quiere sensibilizar a los padres de familia para que compren útiles que cuenten con este registro para no poner en riesgo la salud de los niños.

Foto: Andina