Liliana Pérez: el arte de tejer sueños con Amigulili

La historia de Liliana Pérez fue destacada en "Más conectados". La creadora de Amigulili encontró en el crochet una forma de superar la pérdida y construir un negocio que lleva afecto en cada puntada. Foto: captura.
En Más conectados, la emprendedora Liliana Pérez presentó su inspirador proyecto Amigulili, una línea de accesorios y muñecos tejidos al crochet que combina creatividad, ternura y una historia de resiliencia. Su arte, que nació como una vía para salir adelante en un momento difícil, hoy es sinónimo de amor hecho a mano.
Durante la entrevista, Saldonid destacó la elegancia y el detalle de una cartera confeccionada por Liliana, símbolo de su talento y dedicación. La emprendedora explicó que su marca Amigulili proviene del término japonés amigurumi, que significa “muñecos tejidos a mano”. “Voy haciendo diseños como también las llamitas, todo lo que ven aquí en la mesa”, comentó.
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Liliana recordó que su pasión por las manualidades empezó gracias a su madre, quien le enseñó a tejer. Sin embargo, fue en la pandemia cuando su vocación tomó fuerza. “Perdí a mi esposo y yo dije, ¿ahora qué hago? Mi hijo estaba estudiando en la universidad, entonces yo decía, ¿cómo apoyar, cómo poderlo sacar adelante? Entonces, comencé a hacer ya los muñecos para vendernos a través de internet”, relató.
Fue así como nacieron los muñecos con brazos largos que podían abrazar, una idea cargada de significado en una época en la que el contacto físico era imposible. “Como estábamos en la época y no nos podíamos abrazar, hice muñecos con los brazos largos que podían abrazarte”, contó.
ABRAZOS EN FORMA DE HILO Y AGUJA
El proyecto creció rápidamente por la conexión emocional que generaba. Fátima Saldonid destacó el impacto que estos muñecos tuvieron en momentos de soledad y distancia. Liliana recordó entre risas que solía aconsejar a las madres: “Échales un poquito de tu perfume y el bebé se queda bien dormidito porque cree que está ahí cerquita”.
Sus creaciones no solo se convirtieron en compañía para muchos, sino también en un refugio personal. Gracias a su talento, Liliana fue becada por la Embajada de Estados Unidos para estudiar emprendimiento en la Universidad del Pacífico. Además, participó en el programa Emprende y Despega del Conadis, que le brindó apoyo y una máquina de coser. “He estudiado el arte de tejido en Chio Lecca y ahora quiero aprender a ser diseñadora de modas, porque nunca es tarde”, afirmó con convicción.
DE LOS AMIGURUMIS A LOS RECONOCIMIENTOS
El esfuerzo y la pasión de Liliana la llevaron a ser premiada en el concurso Peruanas que Brillan, un reconocimiento a mujeres que destacan por su talento y perseverancia. Para ella, cada pieza tiene un valor emocional único. “Por eso dicen que mis muñecos transmiten emociones. ¿Por qué? Porque yo los hago con mucho cariño”, expresó.
Durante la charla, también compartió una curiosidad sobre el origen del amigurumi. “Nació en la Segunda Guerra Mundial, porque las abuelas y las mamás querían entretener a los niños. Desataban chales y chompas para poder tejer muñecos y hacerles juguetes”, explicó. En Japón, agregó, se cree que tener un amigurumi en casa atrae paz, armonía y amor.
UN HILO QUE UNE CORAZONES
Liliana mostró a la conductora cómo trabaja con el crochet, una herramienta pequeña pero poderosa con la que crea carteras, muñecos y recuerdos personalizados. Muchos de ellos son réplicas de mascotas fallecidas que, según contó, han emocionado hasta las lágrimas a sus dueños.
Sus productos pueden solicitarse al 994 838 513 o a través de sus redes sociales como Amigulili. Cada pieza, tejida con paciencia y sentimiento, es un recordatorio de que los sueños pueden renacer con un simple hilo.
Mira la entrevista completa a Liliana Pérez y descubre más historias inspiradoras en Más conectados, con Fátima Saldonid, disponible en nuestra página de Facebook o en nuestro canal de YouTube.
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