Las investigaciones sobre motivación están relacionadas principalmente con el reconocimiento. Esto es una necesidad biológica. Por ejemplo, los actores de teatro afirman que no hay cosa más gratificante que la gente te aplauda, que te ovacione.

Cuando somos reconocidos aparecen las hormonas dopamina y oxitocina que están asociadas al placer. Por ejemplo, cuando se hace algo bien para la comunidad y esta reacciona positivamente, la persona se siente aceptada, motivada y reconocida.

El reconocimiento laboral

Normalmente el reconocimiento se asocia a una relación costo – beneficio tratado generalmente como una forma de recompensa. En general, podríamos pensar en la existencia de dos tipos básicos de recompensas que la organización puede utilizar para motivar a las personas y generar un buen desempeño que los trabajadores estén motivados.

El primero es el dinero. Sin duda la retribución en sus diferentes formas juega un papel sumamente importante en el refuerzo del compromiso del individuo, especialmente cuando se aplica siguiendo modelos contrastados científicamente.

El segundo tipo de recompensa es el reconocimiento no económico. Necesitamos que las personas nos digan “buen trabajo”, “vamos por más”.

El reconocimiento de nuestro trabajo nos aporta autoestima y fuerza para lidiar con un entorno enormemente complejo. Nos ayuda a identificar nuestras fortalezas y a generar nuestro estilo personal.