En gran parte de nuestro día nos topamos con personas que nos observan. Hay miradas que matan y otras que enamoran. Algunas veces, una mirada puede penetrarnos hasta el fondo del alma, y otras suele fulminarnos en segundos. No hay una parte del cuerpo que tenga mayor carga emocional que los ojos.

Ellos delatan nuestro cansancio o tristeza, descubren nuestra alegría y suelen decir más de lo que las palabras pueden hacerlo. Los ojos forman una parte crucial del lenguaje no verbal, y lo que expresamos con ellos es infinito.

Hoy hablamos del poder de la mirada y tuvimos como invitado a Carlos Palma (actor improvisador) que nos compartió su experiencia a la hora de realizar los Stand Up.

Nestro cuerpo tiene ciertas reacciones cuando se siente observado, hablar en público causa miedo, en teoría es enfrentarse a las miradas, sin embargo, uno se acostumbra a ser observado. “Las herramientas del stand up te sirven para la vida diaria, ya que eres tú mismo” afirmó.

También nos compartió como forma a sus alumnos: -Siendo mirado - Es lo que yo le llamo “horas de vuelo”, cuando doy talleres de stand up, busca bares, párate, párate, mientras más veces hagas tu monologo y mientras más gente te vea, disfrutarás más el hecho de estar parado en un escenario- añadió.