Aprendamos sobre el estrés
¿Quién no ha vivido un momento de estrés? El estrés es una respuesta fisiológica y psicológica de nuestro cuerpo ante condiciones externas que resultan amenazadoras o desafiantes. Esta situación determina cómo nuestro organismo se adapta a las presiones a las que se ve sometida y es originada por nuestro instinto de supervivencia, en el que se ven involucrados muchos órganos y funciones del cuerpo, como el cerebro y el corazón, los músculos, el flujo sanguíneo, la digestión, etc.
A veces perturban el equilibrio emocional de la persona y se requiere una movilización de recursos físicos, mentales y conductuales para hacerles frente. El variable contexto obliga a adaptarse a las personas.
El estrés positivo necesita cierta cantidad de estrés para que el organismo responda adecuadamente a los retos y los cambios de la vida diaria. Sin embargo, cuando ésta se prolonga o intensifica en el tiempo, la salud, el desempeño académico o profesional e, incluso, las relaciones personales o de pareja del individuo se pueden ver afectadas.
Estas son las señales más características del estrés:
Conductas: dificultades en el habla, risa nerviosa, trato brusco en las relaciones sociales, llanto, apretar las mandíbulas, aumento del consumo de tabaco, alcohol...
Cambios físicos: músculos contraídos, dolor de cabeza, problemas de espalda o cuello, malestar estomacal, fatiga, infecciones, palpitaciones y respiración agitada...
Emociones: ansiedad, miedo, irritabilidad, confusión.
Pensamientos: dificultad para concentrarse, pensamientos repetitivos, excesiva autocrítica, olvidos, preocupación por el futuro....
Los tipos de estrés se clasifican en función de la duración:
Estres agudo:Es estimulante y excitante, pero muy agotador. No perdura en el tiempo. Ejemplo: una serie de entrevistas de trabajo en un día. Puede aparecer en cualquier momento en la vida de cualquier individuo.
Estrés agudo episódico: Es cuando se padece estrés agudo con mucha frecuencia. La gente afectada reacciona de forma descontrolada, muy emocional, y suele estar irritable, y sentirse incapaz de organizar su vida.
Estrés crónico: En estado constante de alarma.