Las medidas de corte social del Plan de Gobierno al 2021 no son intempestivas, más bien responden a una hoja de ruta que ya se venía ejecutando con anterioridad, sostuvo la ministra de Trabajo y Promoción del Empleo, Sylvia Cáceres.

En ese sentido, la titular del MTPE explicó que el anuncio del aumento de la remuneración mínima vital para el año 2020 ya se encontraba en agenda antes de ser abordado por el presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos, en la víspera.

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“Hay un informe técnico sobre el cual se ha trabajado desde julio-agosto de este año a la fecha. Ese informe tiene conclusiones en torno a la recomendación de que el incremento se dé. Esta valoración de carácter técnico y responsable tiene que presentarse en el Consejo Nacional de Trabajo porque tenemos que contrastar esos criterios con las opiniones de los empresarios y los trabajadores”, indicó en TVPerú Noticias.

La ministra evitó dar a conocer los parámetros que se manejan para el nuevo sueldo mínimo en respeto a los espacios de diálogo entre empresarios y trabajadores. “Es importantísimo hacerlos partícipes del conocimiento de estos informes de carácter técnico, de estos rangos que se han estimado, quizás podemos encontrar una mejor propuesta”, sostuvo.

Remarcó que cualquiera que fuera la decisión del Ejecutivo, la hará considerando la potencialidad de crecimiento, la proyección de la inflación en nuestro país y la necesidad de cerrar brechas sociales.

Sylvia Cáceres agregó que como parte de esta iniciativa se busca establecer un método para evaluar futuros aumentos de la remuneración mínima vital que le brinde predictibilidad para trabajadores y empresarios.

“Estamos proponiendo que se apruebe un método que nos permita que el primer semestre de cada año haya un espacio para el diálogo entre empresarios y trabajadores. Si se concreta un acuerdo o si carece de acuerdo en la segunda parte del año pueda haber un informe técnico que ratifica esa decisión de incrementar, o que por lo pronto las variables técnicas podrían decir que no corresponde”, dijo.

“Ese método queremos que se apruebe y queremos dejarlo como un legado para que a futuro todos los trabajadores y las empresas sepan que cada 1 de enero o 1 de marzo va a tener lugar un anuncio de estas características”, acotó.

Asimismo, descartó que esta medida genere efectos negativos en pequeñas y medianas empresas, despidos masivos o promueva la informalidad. Específicamente sobre este último punto, remarcó que el plan de competitividad busca fomentar la formalización en todos los ámbitos.

De otro lado, reiteró que detrás de este anuncio no existe un cálculo político ni se trata de un acto populista. También negó que haya sido influenciado por el contexto de la región, donde el descontento social ha ocasionado violentas protestas y vandalismo.