Sagasti: “Jamás recibí contratistas ni interferí en ascensos de Cancillería y Fuerzas Armadas”
El expresidente de la república, Francisco Sagasti, confesó haberse reunido recientemente con el jefe de Estado, Pedro Castillo, para compartir sus experiencias y recordó haberle contado que durante su gobierno jamás recibió en el despacho presidencial “a ningún proveedor ni contratista del Estado, ni haber interferido en los procesos de ascenso en la Cancillería y en las Fuerzas Armadas”.
“Lo que le dije al presidente Castillo desde un primer momento, y se lo repetí en varias oportunidades, que yo no estaba allí para dar consejos. Yo no soy asesor ni consejero. Yo lo único que podría hacer es contarle mi experiencia. Y que él obtuviera las conclusiones. Y así lo hicimos”, señaló.
Me hizo preguntas sumamente interesantes sobre designación de ministros, sobre como operar, agregó Sagasti. Lamentó que el proceso electoral en la segunda vuelta fue tan controvertido que “en vez de tener seis semanas, que es lo normal, para hacer una transferencia de mando que nos hubiera dado tiempo para conversar de muchas cosas, tuvimos seis días que fueron una vorágine”.
“El presidente ha sido muy generoso. Me ha invitado en un par de oportunidades. Hemos conversado de estos temas, pero siempre en el tono de compartir experiencias y no dar ningún consejo”, manifestó.
En otro tema, el exmandatario calificó de “catástrofe” la pretensión de retrotraer vía proyectos de ley aprobados en la Comisión de Educación el avance de la Sunedu. “Es algo que todos los peruanos debemos rechazar tajantemente porque no tiene ningún sentido. Es retroceder. No sólo en investigación sino en calidad de la educación”, puntualizó.
Luego añadió: “La Comisión de Fiscalización del Congreso debería de actuar de oficio. No puede ser que ocho miembros o más de la Comisión de Educación provengan de esas universidades con licencia denegada. No sólo eso. Además, quieran volver atrás con el esquema de la Asamblea Nacional de Rectores, poniendo a los propios representantes de las universidades a fiscalizarse a sí mismos”.
Sobre el proceso de vacunación contra el COVID-19 opinó que está avanzando bastante bien. “Nosotros aplicamos todas las vacunas que recibimos hasta el fin del Gobierno de Transición y Emergencia. No lo hicimos más rápido porque no había vacunas. Por eso llegamos a vacunar alrededor del 19 % de la población objetivo, pero gastamos todas las vacunas que nos llegaron”, refirió.
Dijo que hay que reconocer al ministro de Salud [Hernando Cevallos] que siguió la misma línea de su antecesor Óscar Ugarte “y más aún con la presencia de Gustavo Rossell como viceministro logró acelerar el proceso y ahora estamos ad portas de tener al 80 % de la población -tenemos al 72 % con dos dosis- y estamos, si siguen las cosas tan bien como están yendo, a la meta del 80 % de la población objetivo vacunada para este fin de año”.
En otro punto, afirmó que sí se requiere una reforma tributaria. Que debiera unificarse los regímenes. “De tal manera de no precipitarse y volver a crear un régimen que más adelante nos pueda crear problemas”, sentenció.
Rememoró que hace algunos años se fragmentó la situación de tal manera que el régimen tributario de algunas empresas relativamente pequeñas, las un poco más grandes y las medianas eran totalmente distintos. Las muy chicas tenían una tasa impositiva mucho menor que las otras.
“Por lo tanto, este era un incentivo para la fragmentación de las empresas. Prefiero quedarme como empresa chiquita. En vez de empezar a otro nivel de tributación, armo otra empresa chiquita y voy pitufeando mis empresas. Yo creo que esa idea que ha planteado la reforma es bastante razonable”, declaró.