El decano de la facultad de Comunicación y Publicidad de la Universidad Científica del Sur, y también antropólogo, Raúl Castro, declaró que se aprecia un discurso de lucha de clases en las prácticas políticas y también en la vida del ciudadano común, y es por esta razón que en la segunda vuelta se instalaron relatos en los que ponían al rico y al pobre o al peruano contra el no peruano.

“Tenemos muy presente esa narrativa de que tenemos que salvar al Perú. ¿De quién? De otros peruanos. Ese discurso de la autenticidad con respecto a otros que no serían tan peruanos, sino que serían agentes o extranjeros o que complotarían, es un discurso que ha sido ejercido desde las vanguardias políticas”, precisó.

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Sin embargo, considera que el problema encuentra asidero en la población. Y la respuesta para este asidero tiene que ver con el escepticismo que hay en todos los sistemas políticos vigentes.

“Todos los expresidentes más recientes están sometidos a asuntos de justicia, están involucrados con temas de corrupción. Entonces, ese descreimiento, esa corrosión que hay en la confianza del ciudadano hace que las reacciones sean extremas”, comentó.

De otro lado, el investigador social advirtió que los resultados electorales demuestran que muchos peruanos consideran a Perú un país centralista porque la pandemia revela que Lima tiene mayor recurso de salud que las demás regiones.

“Estaría habiendo una brecha en términos de condición socioeconómica con respecto a una opción política que estaría buscando cambios urgentes porque el impacto de la pandemia ha sido durísimo”, opinó.