El analista político José Carlos Requena dijo que “lo que tocaría es que la clase política sea consciente de esta situación y plantee salidas” al evaluar una solución política a la grave crisis y cómo es que se continuaría si no hay señales desde el Ejecutivo y el Legislativo.

“De alguna manera pareciera que estamos yendo a eso con el adelanto de las elecciones o el adelanto del adelanto, digamos”, argumentó.

Sin embargo, cree que el desenlace tarde o temprano va a llegar. Aseguró que estamos en esta situación de ralentización porque la protesta está muy amplia. “Marco Rondelo habló de conflictos en 37 de las casi 200 provincias que tiene el país. Pero no terminan de originar un desenlace”, señaló.

De hecho, acotó Requena, en Lima hubo una manifestación importante pero las cosas recién empiezan a moverse. “Creo que eso va a depender si la protesta termina de prender en Lima o no”, advirtió.

“Lo de hoy puede ser un signo en ese sentido, pero la toma de Lima de hace una semana no fue lo que sus promotores esperaban. En consecuencia, entramos en una ralentización que en algún momento se romperá”, indicó.

Recordó que en el año 2000 la marcha de los Cuatro Suyos no impidió que Fujimori accediera al poder. “Y lo que vino luego fueron estas contradicciones internas que llevaron a la difusión del primer Vladivideo que todavía no causó la gran caída final del gobierno. En noviembre cayó Fujimori”, explicó.

Respecto de los rumores que indican que “Dina no gobierna”, sostuvo que es una percepción peligrosa para el gobierno. “Creo que puede hablar de la precariedad con la que empezó su mandato en la presidencia. Recordemos que solo en cuatro días fue del 2026 al 2024 luego al 2023 en el tema del adelanto de elecciones”, recordó.

Dijo, asimismo, que “tardó demasiado en nombrar un gabinete. El primer premier (Pedro Ángulo) a mi juicio fue una decisión fallida. En consecuencia, creo que se transmite un poco esa duda de esta información que apareció en los diarios sobre una renuncia presentada dos veces y que luego fue contenida por el premier (Alberto Otárola)”.  

“Es una percepción peligrosa, pero hay que seguir viendo cómo vienen las cosas porque al final de cuentas quien toma las decisiones es ella. Es ella la que puede remover a ministros, según el mandato constitucional”, expresó.