El congresista electo por Renovación Popular (RP), Alm. (r) Jorge Montoya, aclaró que nadie responsabiliza a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) por el convulsionado ambiente político-electoral que vive el país, más bien, especificó, “le imputan no hacer su trabajo”.

[Lee también: Aníbal Torres señala que Montesinos siempre estuvo dirigiendo la campaña de FP]

“La ONPE está obligada por la Constitución a garantizar que se respete la voluntad popular. Y si la voluntad popular ha sido manipulada en el tiempo desde que se emitió el voto hasta la fecha, ella está en la obligación de agotar los recursos para descubrir la verdad”, señaló.

Asimismo, dijo que no cuesta nada hacer una investigación muestral y sacar de dudas y anunciar a la población que todo está bien, pero tiene que evidenciarse, no sólo se trata de un título. “Estamos hablando de datos duros que se tienen que aclarar. Y se han dado evidencias que podría haber errores”, agregó. 

De otro lado, como contraparte al último estudio de Ipsos que asegura no hubo fraude sistemático, el parlamentario opinó que Ipsos no debió ofrecer a la ciudadanía el avance “boca de urna” sabiéndose que las investigaciones previas a la segunda vuelta informaban un resultado ajustado.

“Nunca debió hacerse la “boca de urna” ni dar ese resultado porque se sabía que el margen era muy pequeño y que iba a generar cualquier dificultad después. Yo creo que no debió hacerse”, opinó. 

 Mencionó, sin embargo, la investigación de Arturo Arriarán que argumenta lo contrario al estudio de Ipsos. Revela que el resultado de algunas mesas es imposible que se presente. Que solo por estudios probabilísticos es imposible tener los resultados que se están dando.

“El estudio del señor Arriarán es un modelo matemático. Él es especialista en criptología, pero el estudio presentado es matemático. Y arroja muchos indicios para investigar. No quiere decir que sean absolutos. La matemática y la ciencia ayudan a hacer investigaciones”, apuntó. 

Respecto a los informes finales de los observadores internacionales, Montoya precisó que se trata de una veeduría más política que técnica. “Han entablado una relación amical y no se han dedicado a revisar lo que se tiene que revisar. El diario Expreso publicó la denuncia de observadores internacionales libando licor con miembros del JNE”, manifestó.