Gas subsidiado debería ampliarse a hogares afectados y en condiciones desventajosas
El ingeniero experto en hidrocarburos, Aurelio Ochoa, sostuvo que el gobierno debería ampliar el radio de la población subsidiada con el Gas Licuado de Petróleo (GLP) porque hay más hogares afectados y en condiciones desventajosas por la escalada sorprendente del precio.
“Hay una buena intención, hay una preocupación por parte del gobierno para atenuar la subida brutal del precio del balón de gas como consecuencia del costo internacional del petróleo y la cotización elevada del dólar”, opinó.
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En el fragor del análisis y opiniones surge la pregunta: ¿Cómo se atacaría el tema del GLP? “Uno de ellos ya fue dado hace dos días, faltaría el caso del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) que subsidia hace varios años a 800 mil personas al mes, a quienes se les entrega un vale de GLP de 20 y 32 soles”, comentó.
También detalló que el FISE está focalizado “porque son cifras oficiales del INEI y quien hace toda la tarea de identificación es Osinergmin en función a la data que existe. No ha sido complicado en absoluto, no ha habido problemas, pero está super focalizado en la gente que realmente necesita”.
En cambio, en el caso que se ha optado por los 200 millones iniciales -explicó Ochoa- es una especie de subsidio ciego, o sea, sin discriminar. En este caso se subsidia el balón de gas para los hogares del estrato social superior que cuenta con recursos económicos.
“Como tenemos problemas en la caja fiscal, es peligroso comprometerse pese a otras necesidades imperiosas como es el caso sanitario. Seguramente lo van a complementar como lo ha ofrecido el primer ministro. Lo otro sería el caso de la renegociación del gas de Camisea”, puntualizó.
A este respecto, precisó que es cuestión de conversar con el consorcio porque de alguna forma tiene que beneficiar al país. “¿De qué sirve que tengamos el GLP cuando lo que consumimos viene de Camisea? Porque de lo contrario mejor importamos si va a costar el mismo precio”, apuntó.
“Estamos a un nivel de precios exagerados. En Latinoamérica el precio más alto era el de Chile, 15 dólares el balón de 10 kilos. Nosotros estaríamos al mismo nivel de Chile, pero con una pequeña diferencia: ellos no tienen Camisea”, advirtió.