Gracias al servicio educativo de secundaria en alternancia, que se desarrolla en el medio socioeconómico y familiar y en una institución educativa rural, muchos alumnos pueden terminar satisfactoriamente la educación básica, continuar estudios superiores e insertarse en el mercado laboral.

Este modelo semipresencial contribuye al desarrollo integral de las competencias de niños y adolescentes en el ámbito rural, prioriza una propuesta pedagógica de acuerdo con el nivel sociocultural y la diversidad y promueve el acceso y la continuidad del aprendizaje.

[Lee también: En el Perú 39 000 mujeres rurales accedieron al crédito en los últimos dos años]

La secundaria en alternancia está orientada a los alumnos de zonas rurales cuyas comunidades o familias se dedican a actividades productivas o ancestrales y residen a 4 horas de distancia de la institución educativa. El proceso de enseñanza-aprendizaje se da a través de un currículo diversificado, de acuerdo con las características socioculturales y lingüísticas de la zona, y siguiendo los protocolos establecidos para enfrentar la emergencia sanitaria.

Los alumnos que han concluido la secundaria en alternancia pueden postular a los programas de Beca 18 y posteriormente tener una oportunidad laboral, lo que representa un significativo avance para la mejora de su calidad de vida y de su entorno familiar. Una vez convertidos en profesionales, pueden aportar sus conocimientos  para el desarrollo integral de sus comunidades.