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MIMP: programa Aurora capacitó a más de 2000 hombres para prevenir la violencia contra las mujeres

El Programa Nacional Aurora, bajo el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, atendió a 2316 hombres en 2024 para reeducarlos y prevenir la violencia de género, a través de los Centros de Atención Institucional.
MIMP y CAI

El Programa Aurora capacitó a más de 2300 hombres para prevenir la violencia de género. Foto: MIMP.

El Programa Aurora capacitó a más de 2300 hombres para prevenir la violencia de género. Foto: MIMP.
10:28 horas - Miércoles, 6 Noviembre 2024

El Programa Nacional Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) ha brindado atención especializada a más de 2300 hombres involucrados en procesos judiciales por violencia contra mujeres. A través de los Centros de Atención Institucional (CAI), este programa busca reeducar a los agresores para prevenir la violencia y promover relaciones saludables.

En el periodo comprendido entre enero y septiembre de 2024, un total de 2316 hombres recibieron atención en los CAI, los cuales están ubicados en Lima, Arequipa, Ayacucho, Callao, Cusco y Madre de Dios

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Estos hombres, que tienen sentencias suspendidas o están en proceso de investigación judicial, fueron atendidos por equipos profesionales en psicología y trabajo social con el objetivo de abordar la raíz de sus comportamientos violentos y promover cambios en su actitud hacia las mujeres y su entorno familiar.

Los CAI se especializan en ofrecer un enfoque integral que combina intervenciones psicológicas y sociales. Los beneficiarios son hombres mayores de 18 años que están enfrentando las consecuencias legales por ejercer violencia física, verbal o psicológica contra sus parejas o exparejas. En las sesiones, los profesionales enseñan técnicas para el manejo de emociones y el cuestionamiento de los patrones machistas y agresivos.

CAI: TESTIMONIOS DE TRANSFORMACIÓN

Alexis, un hombre que participó en el CAI Breña, compartió su experiencia sobre cómo el programa lo ayudó a cambiar su visión sobre las relaciones. "Antes pensaba que los hombres no deben mostrar afecto a su pareja o ser muy expresivos, pero en las sesiones aprendí a controlar mis emociones y eliminar los pensamientos machistas. Todo lo aprendido en el CAI, ahora lo enseño a mi hijo", señaló.

Otro testimonio es el de René, participante en el CAI Huamanga, quien destacó el impacto de la intervención profesional en su vida. “Gracias a mi participación en el CAI, pude conocer que la violencia no es solo física, sino también verbal y psicológica. El trabajo que realizaron los profesionales fue determinante para romper con los estereotipos que tenía. Ahora puedo decir, con seguridad, que bajo ninguna circunstancia se justifica la agresión”, expresó.


Centros de Atención Institucional (CAI) trabajan en la reeducación y prevención de la violencia de género. Foto: MIMP.

¿CUÁL ES EL PROCESO DE REEDUCACIÓN INTEGRAL?

El protocolo de atención en los CAI se divide en tres etapas: la admisión, la evaluación psicológica y social, y la reeducación. La fase de admisión comienza con la recepción de un documento judicial, seguido de visitas domiciliarias e intervenciones grupales e individuales. La etapa de reeducación incluye 28 sesiones, que abordan tanto los aspectos emocionales como los conductuales de la violencia, y tiene como objetivo principal modificar las creencias y actitudes que perpetúan el machismo. Finalmente, en la etapa de egreso, se evalúa el cambio de comportamiento de los participantes.

La reeducación es una intervención psicosocial diseñada para desaprender la conducta violenta aprendida durante la infancia y adaptarse a nuevos patrones de comportamiento no violentos. Esta intervención se centra en tres dimensiones clave: reconocer que la violencia y el machismo son parte del aprendizaje social; aceptar que estos mandatos de género pueden desaprenderse; y asumir que el cambio es un proceso continuo.

Desde su creación en 2007 hasta septiembre de 2024, los Centros de Atención Institucional han atendido a 21 409 hombres involucrados en procesos judiciales por violencia de género. A través de estos esfuerzos, el MIMP busca reducir los casos de violencia y promover una sociedad más igualitaria.


El proceso del CAI se divide en la admisión, la evaluación psicológica y social, y la reeducación. Foto: MIMP

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